Confianza es, de nuevo, la clave. Ahora son los ahorradores quienes se han contagiado y empiezan a hacerse preguntas sobre sus bancos. Han visto en peligro a algunas de las entidades más prestigiosas del mundo y nadie sabe qué pasará. La situación ha dado pie a que la rumorología se extienda. La Comisión Europea ha salido al paso y propone que se establezcan más garantías para los ahorradores, aumentar las cifras que el sistema asegura pase lo que pase.

Mientras, los gobiernos de la UE aseguraron que los depósitos bancarios de los ciudadanos no corren peligro. Para demostrarlo, algunos han elevado --incluso hasta el 100% en el caso de Irlanda-- las garantías públicas que avalan las cuentas corrientes.

El Ejecutivo comunitario instó a los gobiernos de los 27 estados de la UE a reforzar los sistemas de garantía de depósitos bancarios, a establecer un mecanismo colectivo de supervisión financiera, a colaborar frente a la crisis y a incrementar la transparencia sobre los sueldos de los ejecutivos. "No es solo cuestión de inyectar liquidez. Necesitamos también inyectar credibilidad, mediante una respuesta europea de cooperación para lograr un mejor gobierno europeo y global del sistema financiero", dijo el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso.

MAXIMA RAPIDEZ La Comisión Europea prometió aprobar con la máxima rapidez las operaciones de salvamento público de los bancos afectados e interpretar de forma flexible la normativa sobre ayudas de Estado. Ayer, el Ejecutivo comunitario avaló la operación británica de salvamento del Bradford and Bingley y abrió una investigación sobre la ayuda alemana al WestLB.

La legislación comunitaria prevé que los sistemas de garantía de depósitos cubran todas las cuentas de un mismo depositario en un mínimo de 20.000 euros. Deja libertad a los estados miembros para elevar esta cifra. El comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, explicó que no hay unanimidad para subir el mínimo de 20.000 euros (al que se ciñen países como Bélgica o España). Según el comisario, una reforma de la normativa debería acelerar el plazo en que se cobra la garantía si un banco quiebra. Mientras que en EEUU es de 48 horas, en la UE puede llegar a 6 meses.

Algunos países, como Reino Unido, han optado por elevar la cantidad protegida. El Ejecutivo la ha elevado a 50.000 libras (unos 63.000 euros), en lugar de las 35.000 libras anteriores. Según la prensa británica, la semana pasada, en plena debacle bursátil del banco Bradford & Bingley (luego adquirido por el Santander), más de un tercio de quienes tenían depósitos superiores a 35.000 libras en el banco retiraron su dinero.

Hace dos semanas, Irlanda fijó una garantía de 100.000 euros. Pero el martes, tras las elevadas pérdidas de algunas entidades, el Gobierno decidió garantizar durante dos años el 100% de los depósitos de los seis grandes bancos. En Italia, la garantía puede llegar a 103.000, pero el presidente Berlusconi dijo que no aceptará que los italianos "pierdan un euro". En EEUU, el plan de rescate prevé que la garantía pase de 100.000 a 250.000 dólares (178.500 euros).

PLAN DE RESCATE EN EUROPA Cada vez son más quienes reclaman que Europa articule un plan de salvamento de sus bancos. Lo pidió ayer el presidente del gigante alemán Deutsche Bank, Josef Ackermann. También la OCDE. "Ya se han reflotado los primeros bancos con dificultades en Reino Unido, Bélgica, Países Bajos y Alemania y los expertos sugieren que deberíamos empezar a pensar en un plan global para Europa si las cosas al otro lado del Atlántico no mejoran", dijo el secretario general de la OCDE, Angel Gurría.

El presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, parece trabajar en esta dirección. Francia propondrá a los países de la UE que doten con 300.000 millones un plan similar al de EEUU.