Los analistas coincidían ayer en destacar que en medio de la vorágine se han producido algunas noticias positivas que no han pasado desapercibidas. Aunque la situación es peor que antes del verano, también es cierto que la cotización del dólar no se ha hundido y que la Reserva Federal ha tenido una actuación decidida, incluso en los momentos en que el Parlamento del país daba la espalda a los problemas económicos. Ambos datos contribuyen a crear cierta confianza, dentro de la dificultad para prever qué puede pasar.

Sofía Rodríguez, directiva del Sabadell Atlántico, considera que la actitud de los gobiernos europeos ante los casos concretos ha sido tan explícita que disipa las dudas de si Europa podría dar una respuesta única ante una crisis como la actual, a pesar de que aquí el poder de decisión está repartido en cada país y no es federal.