Los campus de las universidades de distintos puntos de España se convirtieron ayer en el escenario de una macroprueba de selección de personal. Miles de candidatos habrán participado, entre ayer y hoy, en la dura carrera en busca de un empleo mejor y estable. Todos quieren ser funcionario, un trabajo que sigue siendo uno de los preferidos en la sociedad.

"Es un empleo seguro, aunque peor pagado que muchos otros de empresas privadas y que otros funcionarios", afirma Víctor Santabárbara, que ayer se examinó en Barcelona. Va de un corrillo a otro y no para de hablar con los aspirantes que aguardan la entrada en el aula que les ha tocado, pero no es uno de ellos. El ha preparado a 70 candidatos en un curso iniciado en septiembre en el Centro de Estudios Financieros. Entre los alumnos que se presentan está su novia, que es uno de los 5.572 aspirantes a una de las 235 plazas del cuerpo de gestión de acceso libre.

Víctor, un madrileño de 27 años, ya pasó por el mal trago hace unos años. Tras ganar la plaza, se desplazó a Barcelona. Reconoce que el examen no es fácil porque hay preguntas sobre aspectos muy concretos de la Constitución o la normativa de la Administración con posibles respuestas en un test con diferencias casi imperceptibles. "Yo recomiendo hacer muchos test como preparación", dice. Rosa López, que participó en una prueba de promoción interna, se queja de que entre las materias se encuentre la Constitución Europea: "Tenemos que estudiar un texto que aún no se ha aprobado".

Como el resto de aspirantes que ya son funcionarios, reconoce que tiene poco que perder en el examen. Le mueve un salto de categoría que le puede reportar unos 300 euros más de sueldo al mes.

En la misma situación se encuentra Luis Miguel Julián, un funcionario de 29 años. "Si consigo la plaza --asegura--, seguiré haciendo prácticamente lo mismo que ahora pero cobrando más, porque ya hago tareas de una categoría superior". Los aspirantes que no son funcionarios se juegan más. Jaume Piernau ha animado a su compañera a presentarse al examen. Su objetivo es dejar atrás una experiencia dura como empleada de prisiones y optar a un trabajo más tranquilo. "Si le sale una plaza en otra provincia, mi trabajo me permitiría desplazarme con ella", dice.

Un matrimonio acaba de desear suerte a su hija en la puerta del aula. "Después del sacrificio de estudiar Económicas, sólo encuentra trabajos de comercial, por lo que ha querido probar suerte para ser funcionaria", asegura el padre.