Una semana después de renovar a todo su equipo económico, el presidente estadounidense, George Bush, aprovechó su alocución radiofónica semanal para anunciar un plan de impulso a la economía estadounidense. El líder de la Casa Blanca prometió ampliar a 750.000 el número de beneficiarios del seguro de paro y medidas de fomento de la inversión.

El presidente hizo una lectura positiva de la marcha económica del país pero reconoció que EEUU afronta desafíos que "podrían demorar la recuperación y limitar el crecimiento". En este sentido, abogó por fortalecer la confianza de los inversores.