Frente a la exigencia de "reformas profundas" y de una mayor regulación y supervisión financiera que exigen Europa y Asia, el presidente de EEUU, George Bush, indicó ayer que la cumbre del G-20 (durante la cual ya no será presidente) tendrá como objetivo principal establecer "una serie común de principios". Esto, según Bush, será "un paso fundamental para evitar crisis similares en el futuro", pero teniendo en cuenta que hay que "comprometerse" con los principios del libre mercado. "Comenzaremos a elaborar principios de reforma para cuerpos e instituciones reglamentarias relacionadas a nuestros sectores financieros", dijo.