El proceso para construir un "nuevo orden financiero mundial", en palabras del presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, ya está en marcha. En una reunión celebrada el sábado por la noche (madrugada de ayer) en Camp David, el presidente de EEUU, George Bush, el presidente de Francia y líder de turno de la UE, Nicolás Sarkozy, y el mismo Barroso anunciaron la celebración de varias cumbres mundiales para revisar el marco regulatorio de las finanzas para que no se repita una crisis como la actual.

"Vivimos en el siglo XXI y tenemos reglas del siglo XX", dijo gráficamente Sarkozy en Camp David. La primera cumbre se celebrará en EEUU poco después de las elecciones del 4 de noviembre y tendrá como objetivo, según el comunicado emitido tras la reunión de Camp David, "revisar el progreso que se está haciendo para acabar con la actual crisis y buscar un acuerdo sobre los principios de reforma necesarios". Las cumbres posteriores pondrán en práctica las decisiones tomadas. Sarkozy ha propuesto que Nueva York acoja la primera cumbre (el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha ofrecido su sede) pero la Casa Blanca prefiere ser la anfitriona.

REFORMA GLOBAL Con el anuncio de las cumbres, Bush acepta la idea de una reforma global del sistema surgida de la UE, pero el alcance del cambio de las reglas del juego aún está por discutir. A ambos lados del Atlántico hay consenso respecto a que esta vez no puede tratarse de una reunión selecta que incluya solo a los países del G-8 (EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania, Rusia y Japón), sino que deben cursarse invitaciones a los principales países emergentes (China, India, Brasil, puede que México) y otras naciones que podrían ser Australia, Corea del Sur y algún país árabe, probablemente Arabia Saudí.

Por lo que se refiere a la agenda, la lista de temas a tratar es larga e incluye desde los fondos especulativos (hedge funds, una obsesión de Sarkozy) hasta cómo garantizar la transparencia de los mercados, pasando por la forma de regular los grandes bancos o el papel que deben tener instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En Camp David, Bush marcó el marco ideológico con el que su administración (que cuando se celebre la cumbre estará a unos dos meses de dejar la Casa Blanca) afronta las cumbres. "A la vez que hacemos los cambios institucionales y de regulación necesarios para evitar que se repita la crisis, es esencial que preservemos los fundamentos del capitalismo: compromiso con el libre mercado, la libre empresa y el libre comercio", dijo. Washin- gton ha evitado desde el principio apoyar de forma explícita las propuestas de Sarkozy.

ODIOSAS PRACTICAS El presidente francés repitió en Camp David que hay que evitar caer de nuevo "en las odiosas prácticas del pasado". "A los que nos han traído a este punto no se les debería permitir volver a hacerlo", dijo Sarkozy. Entre las propuestas francesas y de otros países europeos se encuentra crear un sistema de alerta mundial para detectar problemas, una profunda reforma del FMI, aumentar la regulación sobre los bancos internacionales y cambiar las reglas con las que funcionan los paraísos fiscales.