La inversión extranjera directa en España cayó un 23,8 por ciento en 2006 con respecto al año anterior, mientras que la inversión nacional en el exterior se elevó un 80 por ciento en el mismo período, según informó hoy el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en un comunicado.

De esta forma, España "se consolida como exportador neto de capitales", ya que el flujo de salida, cuyo montante agregado se situó el año pasado en los 58.838 millones de euros y rozó máximos históricos, es ya más de cuatro veces mayor que el de entrada, que descendió en 2006 hasta los 13.246 millones de euros.

La inversión extranjera en España se dirigió principalmente a la financiación de nueva actividad económica (constitución de nuevas empresas o ampliaciones de capital), que supuso el 65 por ciento del total, y el 34,5 por ciento se destinó a la compra de empresas que anteriormente eran propiedad de residentes.

Si se descuentan las operaciones de desinversión del total de la inversión extranjera directa, lo que se denomina inversión neta, el descenso respecto del año anterior es del 65,4 por ciento.

Las operaciones de desinversión, especialmente en ventas, aumentaron un 83,2 por ciento. Además, este descenso afectó principalmente a las operaciones no ETVE (Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros), que en términos netos arrojó un saldo de 170 millones de euros.

No obstante, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo matizó que la gran mayoría de las desinversiones (un 93,8 por ciento) fueron compras, por parte de residentes, de empresas españolas que tenían capital extranjero.

"Aunque estas cifras han de considerarse como desinversiones, no se ha de interpretar como el abandono de su actividad en España; lo que ha ocurrido es que la titularidad de su capital ha pasado de ser extranjero a nacional", explicó.

Los principales inversores en España en 2006 fueron Países Bajos (311,4% del total), Luxemburgo (23,3%), Reino Unido (12,8%), Estados Unidos (5,2%) y Portugal (5,1%).

Los sectores productivos españoles preferidos por los inversores extranjeros fueron el inmobiliario (23,7% del total), transportes y comunicaciones (23,1%), comercio (10%) y hostelería (7,4%).

Las comunidades que más inversión extranjera directa atrajeron en 2006 fueron Madrid (43,2% del total), Cataluña (26,5%), País Vasco (3,2%) y Castilla-La Mancha (2,5%).

Por otra parte, la inversión española bruta en el exterior alcanzó el segundo mejor resultado de la historia, por detrás tan sólo de los 60.128 millones de euros registrados en 2000.

Descontadas las operaciones tipo ETVE, el aumento registrado por la inversión exterior fue del 93 por ciento en 2006 con respecto del año anterior.

La inversión bruta no ETVE en empresas cotizadas se incrementó en un 32 por ciento en 2006 y supone ya el 52 por ciento del total. En 2004 era del 15 por ciento; 2005, del 30.

La inversión bruta no ETVE en empresas no cotizadas creció en un 230 por ciento. Los principales destinos de la inversión española en el extranjero fueron Reino Unido (un 56,2% del total), Estados Unidos (10,5%) y Francia (8,5%).

Los sectores más atractivos para los inversores españoles en el exterior fueron transporte y comunicaciones (54% del total), intermediación financiera, banca y seguros (16,8%), actividades inmobiliarias (6,2%) y construcción (4,5%).