Una crisis puede verse desde el lado pesimista. Pero también desde la óptica opuesta. El director general de La Caixa, Juan María Nin, optó ayer por el optimismo y, tras pronunciar una conferencia, dijo que "no tiene por qué repetirse un concurso de acreedores --antigua suspensión de pagos-- como el de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa".

Fue el tono general de su conferencia Estrategias de crecimiento en un entorno de cambio, organizada por PricewaterhouseCoopers (PWC). A preguntas de los periodistas, el director general de la entidad de ahorros recordó que "siempre ha habido concursos de acreedores" y que La Caixa ha provisionado 192 millones de euros con cargo a los resultados de este año por el impacto derivado del concurso de acreedores de la inmobiliaria, que le adeuda casi 700 millones de euros.

El director general de La Caixa negó que se haya cerrado el grifo del crédito, y aludió a los 290.000 millones concedidos por el sistema financiero en el segundo trimestre, que suponen el 16% menos que un año atrás. Admitió, en cualquier caso, que las condiciones para conceder préstamos se han endurecido.

Por su parte, Martinsa-Fadesa aseguró ayer que "posibilitará" las "fórmulas más adecuadas" para acabar las promociones y obras que actualmente tiene en curso y entregar todas las viviendas comprometidas. La inmobiliaria ha habilitado un número de teléfono gratuito de información (900 380 900), operativo desde hoy viernes.

AGUIRRE SE ADELANTA Mientras, la Comunidad de Madrid ya negocia con las inmobiliarias la posibilidad de comprarles suelo donde construir posteriormente VPO, según anunció ayer el vicepresidente de Esperanza Aguirre, Ignacio González. Mientras, el responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, acusó al Gobierno central de volver al funcionamiento de "la Unión Soviética de los años 70" por querer comprar suelo privado para hacer vivienda protegida.