El Pacto de Toledo sobre pensiones fue un gran acuerdo social y político. Más social que político, dicho sea de paso, ya que los mayores atentados al espíritu de consenso se han producido en esa esfera. Primero por el complejo con que los gobernantes del PP llegaron al poder anunciando que ellos también pagaban las pensiones.

Después, por la falta de rigor con que se han iniciado todos los debates sobre el futuro del sistema de pensiones y su necesaria reforma. Ahora le llega el turno a la caja. ¿Qué tendrá dentro?