Si un golpe le faltaba por encajar a las cajas de ahorro, acosadas desde que estalló la crisis por ataques, rumores y sospechas, era el de ser objeto de la primera intervención pública de su historia. La patronal sectorial CECA reaccionó ayer respaldando la decisión del Banco de España de "ayudar" a Caja Castilla La Mancha (CCM) y ofreciendo su colaboración a las autoridades durante el proceso.

La organización, eso sí, hizo especial hincapié en la necesidad de que los "comentarios y opiniones" que se viertan sobre la situación se realicen sobre "hechos contrastados y no sobre simples conjeturas, con el fin de evitar malas interpretaciones". Y es que, según sostenía la CECA en una nota emitida ayer, los ratios y la evolución de los resultados de las cajas ponen de manifiesto su "alta fortaleza y solidez para afrontar la actual crisis económica y financiera".

La patronal, poco propensa a emitir comunicados institucionales, se decidió a hacerlo ante el creciente temor a que los clientes de las cajas comiencen a retirar de forma masiva sus ahorros, lo que podría empujar a otras entidades a un problema de liquidez similar al de la CCM. Esta situación no provocaría necesariamente nuevas intervenciones --la entidad manchega tiene también dificultades de solvencia--, pero, como reconoció el domingo el vicepresidente económico, Pedro Solbes, si continúan las "dificultades financieras, nadie es inmune".

SIN COLAS Precisamente, el vicepresidente desplegó una actividad frenética ayer para tratar de calmar a los clientes de la caja y a los del sector. Desde su despacho, Solbes concedió nueve entrevistas de entre 10 y 12 minutos a radios y televisiones. El mensaje más repetido fue que la entidad no tiene ningún "agujero financiero" y que, con la aportación del Estado, los ahorros están garantizados: "Pueden retirar su dinero con toda tranquilidad, pero si no les hace falta utilizarlo no tienen ninguna necesidad de cambiar de entidad".

La propia caja mandó un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que afirmaba que "la entidad sigue operando con absoluta normalidad, sin riesgo alguno para sus clientes, desenvolviéndose las relaciones comerciales en parámetros asimismo normales".

TRANQUILIDAD El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barrera, dijo que Solbes le había garantizado "todos los empleos y los depósitos" y que, tras la intervención, "no hay ninguna entidad más segura y sólida". Incluso sostuvo que el vicepresidente le había prometido una "cobertura sin límites" de los depósitos, pero fuentes de Economía matizaron que, en caso de quiebra, el Fondo de Garantía de Depósitos cubre 100.000 euros por entidad y ahorrador.

Los cuatro sindicatos presentes en la caja --CCOO, UGT, CSICA y CSI-CSIF-- defendieron que la intervención aporta una "mayor seguridad a depositantes, clientes y acreedores de CCM de la que tenían", si bien le reclamaron que mantenga el empleo y que actúe con "firmeza, transparencia y rapidez". Y solicitaron al Banco de España que "depure la cadena de responsabilidad" para que los gestores o directivos que han llevado a la caja a esta situación respondan de sus decisiones. Las asociaciones de consumidores pidieron tranquilidad a los clientes y transparencia a las autoridades.