El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), Juan Ramón Quintás, advirtió hoy de que si no se actúa con "mayor contundencia" las consecuencias de la crisis económica, que durará "más de tres años", serán "dramáticas" para España. Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso, Quintás consideró además que lo que se está haciendo "no está a la altura de la envergadura" de una crisis que será "más larga en España".

Para afrontar esta situación de "emergencia nacional", el presidente de la patronal de las cajas recomendó que se lleven a cabo estímulos económicos y reformas estructurales, y consideró que se debe "maximizar la eficacia crediticia" del sistema bancario.

Así, en su opinión, se debe apoyar a quienes tengan una hipoteca, al estilo del plan hipotecario aprobado por la administración del presidente de EEUU, Barack Obama, y para ello se debe compartir el riesgo con la Administración, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Además, cajas y bancos "tendríamos que plantearnos y ver hasta donde podríamos llegar para ayudar a las familias sin arriesgar la solvencia de las entidades", señaló.

Consideró necesario que existan protecciones preventivas frente a riesgos sistémicos, es decir, que se preparen "las defensas", la cobertura del sistema financiero frente a escenarios hostiles. Todas estas iniciativas deben llevarse a cabo bajo tres condiciones de eficacia: el consenso, la lealtad recíproca, la transparencia plena y el "timing", el tiempo para llevarlas a cabo, incidió.

Quintás insistió en que los bancos y cajas españoles mantienen su solvencia y no se han visto afectados por los problemas de liquidez. En cualquier caso, y en relación a la solvencia, subrayó que no se deben financiar proyectos "inviables".

El presidente de la CECA se mostró además contrario, al igual que el ministro de Economía, Pedro Solbes, y su homólogo de la patronal bancaria, Miguel Martín, a que se rescaten a entidades débiles. "No me importa lo que se haga con los cadáveres, me importa que los vivos no enfermen y mueran".

En cuanto a la situación del crédito, Quintás defendió que "no se ha colapsado" y que todavía se conceden cantidades "considerables", aunque sí ha bajado "conforme ha variado la demanda solvente", al tiempo que pidió que "si se habla de restricción crediticia, no señalen a las cajas".

En este sentido, los últimos datos del Banco de España demuestran, apuntó, que la cuota sobre el nuevo crédito concedido en el último trimestre en el caso de las cajas y del sector privado fue del 50,1 por ciento, frente al 34,9 por ciento de los bancos, y en el caso de las cajas y de las empresas, del 56,5 por ciento, frente al 24 por ciento de los bancos.

Quintás reconoció que, aunque bancos y cajas no tienen activos tóxicos vinculadas a las 'subprime', sí tienen una exposición al riesgo inmobiliario y latinoamericano superior a la de cualquier otro país desarrollado.

En el caso de las cajas, la exposición a créditos de vivienda es todavía mayor, algo que sin embargo al presidente de la CECA no le preocupa porque "por muy mala que sea una hipoteca siempre queda un valor detrás, cosa que no queda en créditos al consumo".

En relación a la situación de la banca internacional, Quintás lamentó que las actuaciones "rápidas pero nada coordinadas" de los países no hayan cumplido con sus objetivos.

"Ese esfuerzo de miles de millones de dólares se los tragó el agujero negro y no se cumplió ninguno de los fines para los que se dispusieron, ya que el sistema bancario de países anglosajones y europeos sigue en plena insolvencia, se produjo además la vampirización del dinero público, y para colmo de males ha surgido el proteccionismo financiero", señaló.

Ahora, que se espera "una segunda oleada de dinero público", Quintás confió en que las medidas serán más efectivas.