Las tripas de las entidades financieras cada vez están más llenas de activos inmobiliarios de difícil digestión. Para purgar este problema, Ahorro Corporación, el grupo de servicios financieros de las cajas de ahorro, anunció ayer la creación de una sociedad que, solo de entrada, va a gestionar unos 3.000 millones de 23 de estas entidades. La iniciativa les va a permitir dar salida a los activos y sanear parte de su balance.

Para evitar el crecimiento de la morosidad, que les erosiona la cuenta de resultados al obligarles a dotar cuantiosas provisiones, bancos y cajas se están quedando con suelo, promociones y pisos que garantizaban créditos en riesgo o en situación de impago. El beneficio económico es mayor que las desventajas --eso sí, si el activo ha perdido valor, tienen que imputarse la pérdida--, pero genera un problema posterior: qué hacer con esos inmuebles.

La mayoría de las grandes entidades han creado sociedades inmobiliarias para gestionarlos, como Altamira del Santander o Solvia del Sabadell. Una opción que no es viable para las entidades de menor tamaño. La solución que ha ideado Ahorro Corporación --firma participada por 42 de las 46 cajas, pero no por La Caixa y Caja Madrid-- es crear una firma, ACSI, a la que las entidades, sobre todo las pequeñas y medianas, puedan traspasar los activos.

RECURSOS Los activos --que también podrán ser los procedentes de embargos o sus propios edificios-- son valorados por la tasadora Tinsa y, si han perdido valor, la caja asume la pérdida. Después se les somete a un análisis para determinar de qué tipo son (suelo, primera residencia, segunda, hoteles, oficinas, sucursales bancarias,...) y a cuál de los 23 divisiones o vehículos de ACSI le corresponde acogerlos.

Las cajas toman una participación de cada división equivalente al peso de los activos aportados a la misma. El diseño aporta ventajas para su situación financiera. La idea es que ninguna tenga más del 20% de ningún vehículo , con lo que no tendrán que asumir toda su deuda (consolidar, en términos técnicos), solo la parte proporcional.

Además, el inmueble se saca del balance y, en su lugar, se apunta la participación, que tiene un requerimiento de capital más ventajoso (en el cálculo de este, la participación se pondera al 100% y los inmuebles canjeados por deuda, al 150%). "Esta iniciativa va a ayudar a frenar el deterioro de la solvencia y los resultados de las cajas", reconoce una fuente de la operación.

La otra gran ventaja es dar salida a los inmuebles. La idea de ACSI es aprovechar las más de 17.000 oficinas de las cajas para vender y alquilar pisos. Antonio Fernández, director general de Ahorro Corporación, adelantó que también ha mantenido contactos con fondos soberanos e inversores internacionales para venderles paquetes enteros.