Cajasur dio ayer vía libre a unos nuevos estatutos que refuerzan la presencia de la entidad fundadora, el Cabildo Catedralicio, en la caja y reducen la de las corporaciones locales y también la de los impositores. La asamblea general de la entidad cordobesa respaldó la propuesta del consejo de administración con 113 votos de los 157 asistentes, lo que supone un 71,9% de los sufragios y supera en ocho votos los 105 necesarios para tener los dos tercios de apoyos exigibles.

En el lado opuesto, 42 consejeros votaron en contra (26,7%) y dos de ellos se abstuvieron (1,27%). A la convocatoria sólo faltaron tres consejeros para completar el total de 160 componentes del órgano de gobierno de la entidad.

El presidente, Miguel Castillejo, no valoró un acuerdo que supone un importante cambio para la entidad y el triunfo de sus tesis sobre la defensa del "derecho especial" de Cajasur como entidad fundada por la Iglesia Católica.

BAÑO DE MULTITUDES

Miguel Castillejo no sólo sacó adelante los estatutos con una mayoría más que suficiente, sino que obtuvo un baño de multitudes, ya que fue aclamado por los miles de trabajadores (entre dos y tres mil, aunque la policía cifró en 5.000 los manifestantes) y simpatizantes que se reunieron ante la sala museística de Cajasur, en la que se celebró la asamblea general.