La guerra de las cajas libró ayer una nueva batalla en Cajasur. Mientras la Junta de Andalucía aprobaba una norma para impedir que la Iglesia aumente su poder, el consejo de Cajasur tomó la iniciativa de desentenderse de la ley andaluza y de reducir el peso interno de las administraciones.

El consejo de administración de Cajasur aprobó por unanimidad, desoyendo la petición del obispo de Córdoba, los nuevos estatutos propuestos por el presidente, el cura Miguel Castillejo.

El consejo reduce el número de miembros de la asamblea de 160 a 120, y los del consejo de administración, de 17 a 14. El Cabildo Catedralicio mantendrá sus 56 representantes, con lo que incrementa del 35% al 46,6% su presencia en la asamblea.