El proceso de deslocalización de empresas que se trasladan a Europa del Este tiene efectos secundarios. Y uno de ellos es el apetito por el acero. Estos países, que fueron grandes exportadores de este material en la década de los 90 después del cierre de la vieja industria de Europa del Este, han pasado a consumir todo el metal usado que generan. Igual sucede en EEUU, productor del 15% de la chatarra mundial, con un gran sistema de reciclado. Así, parte las vigas de las torres gemelas se han usado en una fragata de la Armada.