El PP valenciano está "excepcionalmente y transparentemente financiado". O al menos así lo afirmó ayer Francisco Camps en su vuelta al ruedo parlamentario. Era una rentrée calentada por la reaparición, el miércoles, del que fue su mano derecha, Ricardo Costa, y por el auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que desestima parcialmente el recurso de los populares contra la decisión del juez Antonio Pedreira de inhibirse a favor del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) en la parte del caso Gürtel que implica a altos cargos de la Generalitat de Valencia.

El portavoz socialista, Angel Luna, retó a Camps a que "dé explicaciones" en televisión, pero el líder autonómico dijo que ya las ha dado "ante las instancias pertinentes". Y añadió que el auto del TSJM "viene sin ninguna implicación o imputación", aunque no especificó que en su escrito los jueces solamente desestiman el recurso y no llegan a entrar en esas posibles implicaciones o imputaciones.

Camps añadió que su responsabilidad es ser presidente de la Generalitat valenciana "durante esta legislatura, la anterior y, si los ciudadanos quieren, y parece que sí, la siguiente". Pero para Luna, "a mayor grado de satisfacción" de Camps, "más graves problemas judiciales tiene". "Esto ya no son los trajes", añadió, sino "un montaje de contratos, amigos y medio extorsiones".

El portavoz de Compromís, Enric Morera, sostuvo que el auto del TSJM "daña el prestigio" del Gobierno regional y dio la bienvenida al rehabilitado Costa, de quien afirmó que está "en el tres en raya del peligro de la política valenciana".

REEDICION DEL TRIPARTITO El único tres en raya --replicó Camps-- son el Bloc, Iniciativa y Verds, que pretenden reeditar aquí el tripartito catalán". La reforma del Estatuto autonómico quedó sin abordar por la ausencia del vicepresidente económico, Gerardo Camps. Este anunció hace una semana su voluntad de proponer la inclusión de una disposición adicional para que se tenga en cuenta el peso demográfico en los presupuestos del Estado. Eso supondría unos 600 millones más para las arcas valencianas en el 2011.

Para la diputada de EU Marga Sanz, el anuncio puede convertirse en "un fiasco", ya que "no tiene el apoyo de Mariano Rajoy", puesto que la medida colisionaría con los argumentos que el PP nacional defiende, por ejemplo, en Cataluña.