"Es importante que la recuperación económica sea compatible con la reactivación del ahorro privado y para ello sería de gran ayuda la contención de los precios de la vivienda". Jaime Caruana, gobernador del Banco de España, insistió ayer en que la economía española se encuentra en buena situación para mantener un crecimiento sostenido "cuando desaparezcan las incertidumbres geopolíticas" actuales. Que sea así depende, en gran medida, de que se mantenga la demanda privada, que ha dado síntomas de debilidad en la última parte del año.

No obstante, destacó que eso no será posible si se incrementa de forma exagerada el endeudamiento de las familias, circunstancia que se ha visto favorecida por el descenso de los tipos de interés y el fuerte auge de la construcción de viviendas que ha incidido en el alza de la vivienda.

Caruana expuso la situación de la economía española en el 2002 y las expectativas para el presente ejercicio en una conferencia en el Círculo Financiero, el foro de debate que impulsa La Caixa. El gobernador del Banco de España significó que, junto al mayor endeudamiento familiar, pesa también la caída de las exportaciones, así como la de la inversión en bienes de equipos. Aun así, la economía española ha mantenido un crecimiento por encima de la media europea. El producto interior bruto (PIB) mejoró el 2% en el 2002, mientras que el crecimiento de la UE no llegó al 1%.

FIN DE LA DESACELERACION

Apuntó que los datos económicos más recientes señalan una inflexión en la desaceleración de actividad, lo que quedó reflejado en el crecimiento del último trimestre. Tanto las exportaciones como la inversión en bienes de equipo han experimentado también un ligero repunte, según los últimos datos de que se dispone.

En su opinión, la economía internacional no registrará "cambios significativos" hasta bien avanzado el año, y en el ámbito español "el crecimiento no será acentuado en el primer semestre, pero sí en la segunda mitad del año si desaparecen las incógnitas internacionales". En este sentido, destacó que el Banco Central Europeo podría aplicar nuevas bajadas de los tipos de interés.

Caruana consideró que uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la economía española es el diferencial de inflación respecto a la UE, lo que puede limitar su competitividad.