En el Banco de España hay "honda preocupación" por los movimientos de las cajas de ahorros para entrar en el sector energético, especialmente en las compañías eléctricas. Esta preocupación no es de ahora, "está arraigada hace tiempo", según fuentes próximas al supervisor.

En los últimos días, y siguiendo el modelo de La Caixa en Gas Natural, Repsol y Endesa --crear un hólding catalán -- ha habido otras operaciones, como la compra de acciones de la Caja Madrid en Endesa (del 5% al 10%), o la intención de la Caixa Galicia, de controlar hasta un 10% de Unión Fenosa, como publicó ayer Cinco Días. Se da por hecha la intención de la otra caja gallega, Caixanova, de llegar al 5% y de la CAM de aumentar su 1%.

LOS LIMITES Aunque ya en el 2001, Jaime Caruana, gobernador del Banco de España, dejó clara su posición al advertir de que las inversiones industriales de las cajas "si sobrepasan determinados límites o alcanzan proporciones relativas importantes, pueden ser extrañas a su naturaleza y objetivos", el aviso no ha servido de nada. Por el contrario, la situación ha ido a más. "El Banco de España --explican fuentes próximas a la institución-- no puede actuar. No hay ninguna norma ni ley que prohíba a las cajas entrar en empresas. Sólo puede advertir o sugerir". No obstante, el gobernador tiene el propósito de reiterar sus avisos.

La única arma que hasta ahora tenía el regulador es la supervisión y la inspección. Pero en los últimos tiempos, y tras las leyes de cajas de Cataluña y Andalucía, la inspección del Banco de España ha vivido más de una escaramuza con algunas cajas, que trataban de acogerse a esa ley para no responder a los requerimientos del banco central o solapar información preceptiva. En el Ministerio de Economía, más obligado a lo políticamente correcto, se reconoce que están "vigilantes" ante la situación, y declaran que tenemos el convencimiento de que las cajas actuarán con prudencia". Sin embargo, otras fuentes del Gobierno ven con recelo la entrada de las cajas en el sector energético, aunque después de las jugadas de La Caixa y la Caja Madrid, "¿quién para los pies a las otras? Es un sector que tiene suficientes recursos. Una parte va a obra social y otra a la industria. Mientras que los bancos reparten dividendo".

PROBLEMA DISPARADO Dos altos cargos del Gobierno del PSOE reconocen, además, que el problema se ha disparado y queda enmarcado en el caldo de cultivo que son los debates sobre los estatutos autonómicos. "¿Si existe la evidencia de que Cataluña quiere tener su propio hólding con La Caixa, cómo no va a querer lo mismo José Antonio Griñán (consejero de la Junta de Andalucía) o Braulio Medel (expresidente de la CECA)", se pregunta un secretario de Estado. Ni Griñán ni Medel han ocultado sus aspiraciones para las cajas andaluzas y su intención, si el Banco de España les autoriza (cosa improbable), de crear un banco. "Ahora son los gallegos y después lo querrá Ibarra para Extremadura. Al tiempo", sentencia la misma fuente.