Casi 2.000 españoles son los que, con las antiguas pesetas, se considerarían milmillonarios, es decir, aquellas personas que declaran poseer una riqueza superior a los seis millones de euros. Esta élite, formada por un total de 1.986 contribuyentes, se ha duplicado en los últimos 10 años, según los datos sobre el impuesto del patrimonio de la Agencia Tributaria.

En conjunto, 920.676 personas presentaron la declaración de este tributo cedido a las autonomías en el 2004 --el último dato disponible, una vez finalizado el periodo de comprobación de declaraciones--. De esa cantidad, un 52% fueron mujeres y un 48% hombres, si bien estos últimos se pueden considerar más ricos porque el 52,7 de cada 100 euros de riqueza declarada estaba en manos de varones. Se da la circunstancia de que el impuesto aún no ha alcanzado el nivel máximo de declarantes que tenía en 1999 (981.241), debido a los distintos cambios normativos introducidos.

Los últimos datos estadísticos de la Agencia Tributaria sobre el impuesto del patrimonio revelan que el progreso ha sido muy positivo, especialmente para quienes ocupan el puesto más alto en riqueza. En 1996 había 874 ciudadanos que declaraban poseer un patrimonio de 1.000 millones de pesetas. Según los últimos datos de Hacienda, ahora son 2,27 veces más. Y lo mismo sucede con el escalafón más alto del impuesto --más de 30 millones de euros (5.000 millones de pesetas): 39 declarantes en 1996 y 82 en el 2004.

LOS MAS RICOS PAGAN MENOS Muy buenas noticias para los más ricos, con más de 30 millones de euros. La cuota media para esa franja, 326.456,04 euros, es un 27% inferior a la de hace 10 años e igual sucede para quienes están entre los seis y los 30 millones de euros, con una cuota media un 23% inferior a la de 1996. El resto pagaron más.

Las cifras revelan la composición de la cartera de quienes hacen la declaración del patrimonio, y en esta lo que más pesa. Con un poco más de dos tercios del total, es el capital mobiliario, con especial predominio de las participaciones en empresas no cotizadas en bolsa. El segundo factor en importancia son los inmuebles distintos de la vivienda habitual --prácticamente exenta de tributar en este impuesto--.

INMUEBLES Destacan los inmuebles urbanos, que suponen el 31,5% de la base imponible total --120.624 millones--; las acciones no cotizadas, con el 29,4%; los depósitos, cuentas corrientes o cuentas de ahorro, con el 18,4%; y las acciones en fondos de inversión e instrumentos de inversión colectiva, con el 17,2%.

La normativa actual, que cambiará en enero, establece un límite de 8.000 euros por aportaciones a planes de pensiones individuales, que se elevan a partir de los 52 años, a razón de 1.250 euros adicionales anuales, hasta un máximo de 24.250 euros a los 65 años.

En 1996, los inmuebles urbanos significaban el 36,27% de la base imponible, las cuentas y depósitos, el 16,96%, y las acciones no cotizadas, el 16,93%. Las participaciones en inversión colectiva apenas alcanzaban el 9%, según los datos de Hacienda.

El 89,2% de los declarantes se sitúan en la franja de 120.000 a 1,5 millones de patrimonio neto declarado. Hace 10 años, ese colectivo suponía en torno al 82% del total.

En términos de cuota media de la base imponible, Ceuta va a la cabeza de España (2.437 euros). Le siguen Madrid (2.128), Cantabria (1.529), Melilla (1.525), Cataluña (1.322) y Murcia (1.316). Cataluña fue la comunidad autónoma que más base imponible declaró en patrimonio en el ejercicio 2004, ya que acaparó el 25,1% del total, seguida de Madrid (23,7%) y la Comunidad Valenciana (11%).