El 2009 será un año de subidas tributarias en muchos municipios. Hacienda prevé llevar a cabo un total de 4,3 millones de notificaciones de nuevos valores catastrales el año que viene. Esa cifra supondrá un incremento superior al 30% con respecto a las realizadas este año por la dirección general del catastro.

El valor catastral tiene una gran incidencia en los bolsillos de los contribuyentes porque es la base sobre la que se calcula el impuesto de bienes inmuebles (IBI). Por tanto, el incremento de este valor se traduce en una subida de este tributo local, una de los principales instrumentos de financiación municipales.

En los planes del catastro para el 2009 se incluyen 352 municipios de tamaño medio, entre los que destacan Zaragoza, Castellón, Palma de Mallorca, Santiago de Compostela, Santander, Burgos o Las Palmas. En todo caso, las revisiones han de ser solicitadas por los municipios.

A raíz de ello se ponen en marcha las ponencias, que, si los trámites se realizan tal y como establece la ley, cuentan con un periodo de exposición y posteriores alegaciones públicas. El problema es que "muchos ayuntamientos paralizan el proceso cuando ven el impacto de los nuevos valores en los recibos", explican fuentes próximas al catastro.

POTESTAD MUNICIPAL Desde hace unos años, los ayuntamientos disponen de la potestad de graduar los aumentos en el recibo a lo largo de 10 años, que es el periodo máximo que separa una revisión catastral de la otra.

El objetivo del incremento de las notificaciones a lo largo del año que viene es "tener un catastro actualizado en todo momento", según el proyecto de presupuestos del Estado. Este valor suele situarse en torno al 50% o el 60% del precio de mercado. Una mejor adecuación del mismo "permitirá una mejor gestión de los tributos que recaen sobre la propiedad inmobiliaria, lo que conllevará un sistema tributario más justo".