Tanto Comisiones Obreras como UGT coincidieron en valorar ayer la seguridad que supone la intervención del Banco de España. Y, en contraste con los partidos políticos, trataron de dar seguridad, tanto a clientes como a empleados, sobre la continuidad de la caja de ahorros. Los dos sindicatos, mayoritarios en el sector, quieren pedirle a la autoridad monetaria española la máxima protección posible sobre la plantilla de la CCM, compuesta por unas 2.300 personas.

COMFIA-CCOO considera que la intervención del Banco de España en CCM es la iniciativa que mejor puede salvaguardar los intereses de trabajadores y clientes de la entidad, principalmente sus depósitos, protegidos por el fondo de garantía. También reclamó un "firme compromiso" de la caja con el mantenimiento del empleo y solicitó una entrevista con el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, para saber de primera mano lo sucedido.

Este sindicato considera que la intervención se debe enmarcar en la "normalidad" de los procesos de saneamiento de las entidades bancarias y debe suponer "la mejor garantía" para los clientes de la caja y su plantilla. Fernando Botica, secretario de banca de CCOO en la comunidad, aseguró que los depósitos de los clientes "están ahora más seguros que hace 24 horas".

Por su parte, UGT manifestó que confía en que la intervención sea "lo más corta posible" y que, a pesar de que previsiblemente sea "la decisión más adecuada" ante la situación de la entidad, no frene posibilidades futuras para la caja, como una fusión con Unicaja.

Angel Campadabal, responsable estatal de Ahorro de la Federación de Servicios de UGT (FeS-UGT), espera que, una vez se corrijan los errores y los activos de la caja dañados, y se sanee la entidad con la salida del actual consejo de administración, la intervención tenga un carácter "temporal" corto y se elija a "gestores adecuados".