Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) pusieron ayer en marcha los mecanismos internos para hacer realidad la "respuesta proporcionada y contundente" contra las medidas de ajuste del Gobierno, aunque la huelga general ha quedado aparcada hasta que en las próximas semanas los máximos órganos de dirección de las centrales estudien las condiciones para ello.

La primera decisión de ambas centrales tras la reunión con José Luis Rodríguez Zapatero fue respaldar las protestas ya convocadas en el sector público, que culminarán con una huelga en todo el Estado el próximo 2 de junio. En la reunión de Ignacio Fernández Toxo con los secretarios generales de federaciones territoriales se acordó una "amplia y sostenida movilización en la calle y las empresas" con concentraciones y asambleas de trabajadores.