Los líderes de CCOO y UGT mantienen un actitud ambivalente. Por un lado, quieren dejar claro con la manifestación que hoy recorrerá las calles de Madrid para reclamar el impulso al diálogo social en favor del empleo y los salarios, y que no tolerarán reformas que recorten derechos laborales. Por otro lado, están dispuestos a dialogar. Pero advirtieron de que hay que ir con calma para evitar que se produzca otro fracaso del diálogo social.

Las advertencias de Ignacio Fernández Toxo y de Cándido Méndez se produjeron el día después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, diera como plazo para llegar a un acuerdo sobre la reforma laboral el primer trimestre del 2010. En caso de desacuerdo, advirtió Zapatero, el Ejecutivo aprobará por su cuenta nuevas medidas laborales. Toxo fue tajante al asegurar que los sindicatos "acudirán a cualquier mesa de negociación" cuando los convoquen, aunque aseguró que sería "conveniente no precipitarse para no provocar un nuevo fracaso", en referencia a la ruptura del diálogo con la patronal CEOE, el pasado mes de julio.

COMPROMISO El líder de CCOO pidió a los empresarios un nuevo compromiso del Acuerdo de Negociación Colectiva (ANC) basado en un pacto a tres años con subidas salariales progresivas, e insistió en que todavía hay sectores empresariales "resistentes" a firmar los convenios laborales pendientes del 2009. En este sentido, los líderes sindicales propusieron un acuerdo plurianual que, subrayaron, "no deberían desaprovechar las empresas", ya que daría, dijeron, estabilidad empresarial y seguridad a los trabajadores.

Méndez aseguró que la movilización de hoy en Madrid será una "afirmación masiva de carácter democrático, sindical y social" para exigir un equilibrio en los sacrificios que provoca la crisis económica y para proteger los salarios y el empleo. Señaló que "la ecuación" no funciona con el planteamiento de que, para proteger el empleo, hay que reducir salarios, ya que caería el consumo y perjudicaría la recuperación de la economía.

PROTESTA "COHERENTE" Los sindicatos exigirán un compromiso de los empresarios y de la Administración para recuperar la eficacia del diálogo social. Ambos líderes advirtieron de que la salida de la crisis no pasa por una reforma laboral que derive hacia el recorte de los derechos de los trabajadores, la reducción de los salarios o de los impuestos o menores cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social, que pongan en riesgo el futuro de las pensiones. También señalaron que la movilización prevista para hoy es "coherente" con las peticiones de la sociedad y de los trabajadores, y negaron que exista un "clamor o una demanda de huelga general".

La movilización, en la que participará el líder de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Guy Ryder, ha sido respaldada por más de 340 asociaciones y entidades sociales y políticas, además de representantes del mundo de la cultura. En total se han fletado 650 autobuses de diferentes comunidades autónomas y 21 trenes. Está previsto que las actrices Pilar Bardem y Asunción Balaguer lean el manifiesto final de la movilización, mientras que el televisivo Gran Wyoming se ocupará de clausurar el acto.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, mostró su "máximo respeto" por la manifestación y aseguró que todo el mundo quiere que se empiece a crear empleo en España cuanto antes. De la Vega insistió, sin embargo, en que hay "indicios de que la cosa empieza a mejorar".