La Comisión Europea propuso ayer a los 27 estados de la Unión Europea (UE) el reforzamiento sustancial de los derechos de los consumidores en las compras realizadas a través de internet y en las compras transfronterizas.

El proyecto de directiva, que reforma y engloba las cuatro directivas actuales, establece una serie de garantías sobre la entrega, reparación y precio real de los productos. El proyecto prohíbe, además, toda una serie de cláusulas abusivas y detalla las obligaciones de las empresas en el comercio electrónico.

La falta de garantías suficientes y los abusos mantienen limitado el desarrollo del comercio electrónico transfronterizo en el interior de la UE. Mientras unos 150 millones de europeos realizan compras a través de internet en su propio país, solo una quinta parte efectúa compras transfronterizas. Pese a ello, ese comercio representa ya un volumen de negocio anual de 24.000 millones de euros. La nueva directiva pretende favorecer que los ciudadanos puedan comprar allí donde los productos son más baratos.