El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferran, afirmó ayer que las amenazas lanzadas por los sindicatos durante los actos del Primero de Mayo son un gesto "muy serio, muy duro y muy malo" para el diálogo social. Díaz Ferran, que acudió a la recepción oficial de la presidenta Esperanza Aguirre con motivo del Día de la Comunidad de Madrid, señaló que están "fuera de lugar" las advertencias de los sindicatos sobre una posible huelga general si el Gobierno cede a las presiones de la patronal.

SABER CREAR EMPLEO Se trata, dijo, de "ir en contra de los que sabemos crear empleo", e insistió en que los que crean y saben crear empleo son los empresarios. El presidente de la patronal apuntó que "los empresarios están siempre apostando por el diálogo" y por ello reconocen a los sindicatos como interlocutores en la mesa del diálogo social, pese a que "no representan a todos los ciudadanos".

En cuanto a las críticas sindicales por el traslado de sus iniciativas para salir de la crisis a los partidos en el Congreso de los Diputados, dijo que es "democracia" y "normal", porque es allí donde están los representantes de los ciudadanos. El presidente del PP, Mariano Rajoy, consideró "poco oportuno", en un momento de crisis, que sindicatos y empresarios arremetan unos contra otros. Además, les pidió que se centren en "tirar juntos del mismo carro" para acabar con el desempleo.

Durante el mismo acto convocado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Rajoy se refirió a las declaraciones que el viernes hicieron durante la celebración del Primero de Mayo los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, quienes advirtieron al Gobierno y al Parlamento de que no cedan a las demandas de la CEOE de abaratar el despido y recortar los salarios y las pensiones, porque generará "conflictividad".

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, respondió a estas advertencias y aseveró que el Gobierno no incentivará el despido haciéndolo más fácil y barato, y reiteró que cualquier reforma del mercado laboral debe discutirse en la mesa del diálogo social y ser consensuada. En su opinión, sería una "injusticia" pensar que la crisis es consecuencia de los que estaban trabajando y cobrando 1.000 euros y han perdido el empleo, cuando el origen es la "clara especulación financiera".

"De lo que todos debemos ocuparnos es de tirar juntos del mismo carro, empresarios y sindicatos, de crear puestos de trabajo y mejorar el bienestar de los españoles, porque desgraciadamente hay más de cuatro millones de personas que quieren trabajar en España y no pueden", subrayó Rajoy.

PROPICIAR EL ACUERDO Sindicatos y patronal "tienen que ir siempre juntos, se debe propiciar el acuerdo" entre ellos, como ocurrió, dijo, en 1997, cuando el PP estaba en el Gobierno. "No me parece muy oportuno arremeter ni contra unos ni contra otros", reiteró.