La protesta generada en Francia por un nuevo contrato para jóvenes con dos años de despido libre ha reavivado el debate en España sobre las condiciones de trabajo de ese colectivo. El Consejo Económico y Social (CES) asegura, en un reciente informe, que el fiasco de los contratos de prácticas y formación, diseñados para el acceso de los jóvenes al trabajo, "pone de manifiesto la necesidad de adaptar mejor a la situación del mercado laboral los mecanismos de promoción del empleo juvenil existentes".

De los 11,1 millones de contratos realizados en el 2005 a trabajadores menores de 35 años, sólo se firmaron 84.405 de prácticas y 108.455 de formación, es decir, apenas el 1% del total. Los empresarios se decantan por contratar a los jóvenes con las modalidades temporales más usuales, por circunstancias de la producción y obra y servicio. En conjunto, el 90% de los contratos a jóvenes en el 2005 fueron de duración determinada. El resultado es que la tasa de temporalidad de los jóvenes en activo va del 63% (menores de 25 años) al 81% (menores de 20).

"Esto provoca --concluye el informe del CES de diciembre pasado-- que ocasionalmente un mismo joven celebre varios contratos de trabajo sucesivos con una misma o distinta empresa, en idéntica o diversa actividad profesional, con periodos de ocupación y de desempleo, lo que no facilita su plena inserción profesional, desembocando en lo que suele calificarse como un fenómeno de rotación laboral".

LOS SINDICATOS, EN ALERTA El contrato de primer empleo de Francia y una propuesta de la CEOE con un periodo de consolidación de cuatro años para cualquier trabajador ha puesto en alerta a los sindicatos españoles. UGT y CCOO recuerdan que planteamientos similares llevaron a huelgas generales en España en 1988 y el 2002.

Para ahuyentar la amenaza del nuevo contrato basura, recuerdan que la situación laboral de los jóvenes en España ya es peor en muchos aspectos que la de sus colegas franceses. Por ejemplo, la tasa de precariedad laboral es del 54,9% en los menores de 30 años españoles, frente al 35% de los franceses.

La secretaria de juventud de CCOO, Nuria Rico, asegura que una propuesta por parte del Gobierno de "algo parecido al contrato de Francia tendría una respuesta igual, porque los jóvenes españoles están un poco hartos de sufrir la precariedad".