El Gobierno chino ha aprobado un plan de inversiones con un presupuesto de 4 billones de yuanes (459.000 millones de euros) para impulsar la demanda interna y facilitar la recuperación de su economía, la cuarta más grande del mundo, según informó la agencia Xinhua.

El plan incluye también un cambio para "relajar moderadamente" la política monetaria, es decir, una posible rebaja de los tipos de interés que se sumaría al recorte aprobado a mediados de septiembre.

La decisión de China fue bien acogida por el resto de países que participan en la reunión del G-20 en Brasil. El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, indicó que el paquete económico "tendrá efectos positivos en la economía mundial para impulsar la demanda".

Los ministros de Economía y los responsables de los bancos centrales del G-20 se mostraron ayer partidarios de "adoptar las medidas necesarias para restablecer la confianza en los mercados".