China terminó el 2009, año en el que el mundo vivía la mayor crisis que se recuerda, con un crecimiento del 8,7%, gracias a las medidas de estímulo del Gobierno. Con esta progresión, rematada con un alza interanual del PIB del 10,7% en el cuarto trimestre, el gigante asiático puede convertirse en la segunda economía mundial, por delante de Japón, que ocupa el lugar desde 1968.

El PIB chino alcanza los 3,47 billones de euros, los mismos que Japón en el 2008. La confirmación definitiva llegará cuando Tokio dé sus datos oficiales el mes que viene. "China se ha recuperado y avanza en dirección favorable", dijo Ma Jiantang, director del Buró Nacional de Estadísticas.