China revaluó el jueves su divisa, el yuan, y la desvinculó del dólar; pero no quiere que se encarezca. "Cualquier expectativa sobre una mayor apreciación del valor del yuan era y será irreal", decía ayer el diario oficial China Daily. Los analistas, en cambio, ven la posibilidad de que la moneda, que acabó ayer a 8,1111 dólares, acabe en 7,7 dólares en el plazo de un año, con un alza del 5,1%.

Las autoridades dijeron que permitirán subidas o bajadas diarias de la cotización del 1,5% con respecto a una cesta de divisas. La iniciativa de Pekín fue saludada ayer por el comisario europeo de comercio, Peter Mandelson, quien se felicitó por la decisión del país asiático.