El Banco Popular de China ha prohibido que las empresas e individuos del país realicen colocaciones de criptodivisas, llamadas ICOs o Initial Coin Offerings, como método para financiarse, de forma que ahora se considerará como una recaudación ilegal de fondos y se deberá devolver todo lo recaudado mediante esta vía. Como consecuencia de esta decisión, las criptomonedas se han devaluado en los mercados internacionales esta semana entre el 8% y el 30%. En el caso del bitcoin, la rebaja se situaba en torno al 3% este martes (10h), según fuentes del mercado. La evolución de las cotizaciones muestra el carácter altamente especulativo y de riesgo de estos activos.

Los ICOs, que funcionan mediante tecnología 'blockchain', se han convertido en una forma rápida de recaudar grandes sumas de dinero con poca o ninguna supervisión regulatoria. El oscuro funcionamiento de las criptomonedas no ha impedido su desarrollo como fórmula de inversión.

Esta medida tomada por el banco central chino y las autoridades reguladoras del país supone un obstáculo importante para el desarrollo de este modelo de financiación que, en los últimos años, ha crecido con fuerza.

Los bancos centrales temen la expansión de estas divisas digitales descentralizadas, ya que amenazan el fin del monopolio que éstos ejercen sobre la emisión de dinero. Paralelamente, las entidades financieras están también realizando fuertes inversiones en este tipo de activos, que han registrado revalorizaciones récord y cuyas cotizaciones son muy susceptibles a los movimientos especulativos cortoplacistas.