La percepción de expertos y ciudadanos sobre la corrupción en España aumentó en el 2006 respecto al año anterior. Los partidos políticos y el mundo de los negocios son los peor parados en el informe global que elabora cada ejercicio Transparency International, con un empeoramiento de imagen respecto al 2005.

Manuel Villoria Mendieta, miembro del comité de dirección de Transparency Internacional y catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, explica este empeoramiento por los escándalos de corrupción urbanística que se han destapado durante los últimos meses.

Pese a ello, la situación actual sigue siendo mucho mejor que en el periodo 1995-1997, cuando España era un país considerado corrupto y sus puntuaciones oscilaban entre el 4,3 y el 5,9.

El 63% de los encuestados estiman que los partidos son bastante o extremadamente corruptos, mientras que el 54% piensa lo mismo de las empresas.

Así, el organismo cita un estudio en el que se demuestra que el 67% de las empresas incluidas en el Ibex 35 no poseen políticas internas anticorrupción y el 43% no articula medidas contra el soborno. Alguna impide recibir cohechos pero no darlos.