ACS superó ayer un gran escollo en su asalto a Iberdrola, de la que es el primer accionista. La Comisión Nacional de Energía (CNE) desestimó la demanda de la eléctrica en la que pedía mantener la limitación de los derechos políticos del grupo de servicios presidido por Florentino Pérez y congelar el permiso para que pueda llegar al 24,9% del capital. Iberdrola defendió esas tesis después de que trascendiera que ACS negociaba con la francesa EDF el desembarco en Iberdrola.

Con todo, la resolución de la CNE recoge la apertura de "un procedimiento de seguimiento y control" de las condiciones que se le impusieron a ACS al permitirle ejercer derechos políticos plenos. Sin embargo, el fallo contrasta con el que forzó a La Caixa a salir de Endesa y al BBVA de Repsol YPF en operaciones de concentración similares.