El concepto de "seguridad nacional" aplicado a las centrales nucleares será el arma que empleará la Comisión Nacional de Energía (CNE) para vetar la OPA de la alemana E.ON sobre Endesa. Tanto en el Gobierno como en la CNE se trabaja en la idea de "seguridad nuclear" vinculada a la defensa, como respuesta central a las reticencias de Bruselas, que teme que España haga un uso abusivo del concepto de "interés público" en su empeño de vetar a E.ON.

El Gobierno cuenta con la complicidad del resto del sector eléctrico español. Las centrales nucleares son propiedad de una o varias compañías eléctricas. Algunas de éstas han hecho llegar a la CNE que, en breve, presentarán alegaciones contra la OPA de E.ON sobre Endesa y argumentarán sus reticencias a compartir la propiedad y la gestión de centrales nucleares con una empresa extranjera, como puede ser la alemana. Unión Fenosa e Iberdrola participan con Endesa en las centrales de Santa María de Garoña, Almaraz I y II, Ascó II, Trillo y Vandellós.

La Comisión de Energía dispone de un mes para responder a E.ON sobre si puede o no seguir adelante con la OPA sobre Endesa. Sin embargo, cada una de las alegaciones y cada petición de nueva información que formule la CNE a los alemanes, significará parar el reloj y alargar el plazo para una respuesta definitiva. El informe de la CNE será vinculante para el Gobierno.

RECELO DE BRUSELAS La Comisión Europea vigila con recelo los trabajos del regulador español de la energía, que preside María Teresa Costa. El comisario de Interior, Charlie McCreevy, ha abierto un expediente contra España por presunta vulneración del derecho comunitario con el reforzamiento de los poderes de la CNE. La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, por su parte, ha enviado un duro escrito al Gobierno español en el que le advierte de que "si las autoridades españolas, incluido el regulador de la energía (la CNE), toman cualquier medida que afecte a la oferta de E.ON sobre Endesa, deberán notificarla por anticipado a la Comisión Europea", para poder evaluarla y bloquearla si es necesario.

Frente a esta actitud, la CNE trabaja con una doble convicción. Primera, que sus trabajos no entran en el territorio de Defensa de la Competencia, sino en el del comisario de Interior. En segundo lugar, fuentes de la CNE entienden que la comisaria Kroes "prejuzga y coarta" la actitud del regulador español.

Los técnicos y los consejeros de la Comisión de Energía se llevan muchos deberes para Semana Santa. A Jorge Fabra, consejero de la Comisión, le corresponderá exponer el informe sobre la primera energética alemana y la segunda de la UE. Por primera vez, se tendrá que aplicar el decreto que el pasado 23 de marzo aprobó el Gobierno para ampliar las funciones de la CNE.

Por otro lado, el líder de UGT, Cándido Méndez, mostró ayer su "radical desacuerdo" con la OPA de E.ON sobre la española Endesa y defendió la necesidad de que el sector energético esté "bajo control público". Además, el sindicalista criticó, en Bilbao, la privatización del sector energético durante las legislaturas de José María Aznar.