La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no da por acabada la crisis de la deuda soberana, que es la que atañe a las emisiones de deuda pública de un país. Y, de hecho, en su informe del tercer trimestre sobre los mercados sostiene que existe la posibilidad de que se reaviven las tensiones experimentadas recientemente en algunos países.

El regulador de los mercados españoles apunta que esta circunstancia añade "una dosis extra de incertidumbre al escenario central previsto a corto plazo de consolidación de la recuperación de la economía mundial". Así, los principales riesgos que se registran son el mercado de deuda y las dudas sobre el grado de sostenibilidad del crecimiento, "una vez que culmine el proceso de retirada de las principales medidas extraordinarias de impulso de la economía".

Recuerda la CNMV que la crisis de deuda soberana europea tuvo un impacto sustancial en los mercados internacionales, especialmente en el segundo trimestre del año, con caídas intensas en las cotizaciones de la renta variable y la ampliación de los diferenciales de la deuda pública de las economías sujetas a mayor tensión fiscal.

La aprobación de diversos planes de ajuste fiscal en estas economías más la adopción de medidas estructurales "han evitado una espiral de desconfianza de consecuencias potencialmente muy negativas".

En el caso de España, los inversores han recuperado cierta confianza en la economía tras el paquete de medidas de consolidación fiscal aprobado recientemente junto con los pasos dados para reformar el mercado de trabajo y el sistema financiero. No obstante, el informe señala que el sector financiero mantiene una "cierta dosis de complejidad", ya que a las dificultades que plantea una actividad económica débil para las entidades de crédito y de deterioro de activos, se ha añadido un cierto endurecimiento de las condiciones de financiación.

DEUDA PRIVADA En cuanto a la deuda privada, el estudio señala que en los últimos meses se ha dado una relación muy estrecha entre los incrementos registrados por las primas de riesgo de crédito soberano y los observados en el sector financiero. En este sentido, también resalta que el conjunto de medidas de apoyo adoptadas por los gobiernos a favor de los sistemas financieros ha dado lugar a un cierto trasvase de riesgos desde el sector bancario hasta el sector público.

Las turbulencias en los mercados de deuda soberana tuvieron su reflejo en las condiciones de financiación del sector privado. En el caso de las entidades financieras nacionales, el importe de las emisiones brutas de renta fija hasta el 15 de septiembre descendió el 46%, desde los 288.000 millones en el 2009 hasta los 155.000 millones en el 2010.