Inmobiliaria Colonial ha logrado un acuerdo con sus acreedores que le permitirá aplazar el pago del grueso de su deuda de 7.000 millones de euros en cinco años, periodo durante el que prácticamente solo pagará intereses. Además, reforzará su estructura de capital con una emisión de bonos convertibles en acciones por valor de 1.400 millones, con un plazo de cinco años y medio, de los que 1.300 millones ya cuentan con la garantía de la banca titular de los préstamos y otros acreedores de que se los quedarán, si no los colocan en el mercado, con la compensación de parte de sus créditos.

Para reducir la deuda, Colonial se ha comprometido a vender un 33% de la filial francesa Société Fonciére Lyonnaise (SFL); el 15% que posee del grupo constructor FCC; y la totalidad de Riofisa, sociedad dedicada a la explotación y promoción de centros comerciales.

El presidente de Colonial, Juan José Brugera, junto con el nuevo consejero delegado, Pere Viñolas, explicaron ayer que estas ventas no tienen ni un calendario obligado, ni una fórmula concreta. La empresa espera que estas desinversiones permitan reducir casi a la mitad la deuda.