Miguel Angel Fraile, secretario general de la Confederación Española de Comercio (CEC), destacó ayer que los pequeños y medianos comerciantes "están empezando a notar síntomas positivos en el consumo", que podrían indicar que "la desaceleración está llegando a su fin". En la presentación del quinto congreso anual de la CEC, que empezará hoy en Madrid, Fraile aclaró que, sin embargo, la mejora no se debe al hecho de que "se vayan a incrementar las ventas, ni mucho menos".

Según Fraile, hay datos "claros y evidentes" que muestran que se está produciendo cierta respuesta a la adecuación de la oferta que los comercios han tenido que llevar a cabo con motivo de la recesión económica. Esta adaptación, precisó, ha consistido en la reducción de los márgenes comerciales y en ofrecer productos en condiciones económicas "nunca vistas hasta la fecha". "En este esfuerzo hemos sido más exitosos que la gran distribución, porque tenemos más capacidad de adaptación y proximidad al cliente", añadió Fraile.

En cuanto a los elementos que pueden revelar un aumento de la demanda en próximas fechas, el directivo de la CEC mencionó la mejora en los indicadores de confianza del consumidor y la bajada de los tipos de interés, de las hipotecas y de la inflación, que permiten que el consumidor gane poder adquisitivo.

Pidió asimismo a los consumidores "una militancia positiva y un cierto patriotismo en la compra para que se mantengan los puestos de trabajo", ya que, a pesar del cambio de tendencia, van a continuar transcurriendo unos "meses complicados".

EMPLEOS Fraile opinó que la crisis ha supuesto hasta ahora el cierre de un 2% de los comercios y la pérdida de un 4% de los 3,2 millones de empleos del sector, es decir, unos 128.000 puestos de trabajo. Además, indicó que los ingresos del sector se han reducido alrededor de un 10% con respecto al año anterior.