Las ventas del comercio al por menor continúan cayendo, pero a un ritmo inferior al que lo hacían en meses anteriores. Si en marzo descendieron el 7,9%; y en febrero, el 9,1%; el mes pasado, a precios constantes y eliminado el efecto calendario, las ventas retrocedieron el 7,5%. Los comerciantes empiezan a ver la luz tras 12 meses de caídas.

Las ventas de las tiendas, sin incluir las estaciones de servicio, se redujeron en términos constantes el 6,7% respecto a abril del 2008. Por tipo de productos, la alimentación presentó una disminución del 3,2%, mientras que los no alimenticios cayeron el 9,4%. El equipo para el hogar volvió a ser la categoría que más sufrió el descenso del consumo, con un retroceso del 22,6% respecto al mismo mes del año 2008. Las ventas en las estaciones de servicio, descontando el efecto precios, registran un descenso del 7,9%.

La facturación disminuyó en todos los modos de distribución, excepto en las grandes cadenas. Así, las empresas con un local vieron cómo sus ventas caían el 8,5%, mientras que las pequeñas cadenas perdieron el 10% de la facturación. Las grandes cadenas cerraron el mes planas, mientras que las grandes superficies (más de 2.500 metros cuadrados) vendieron el 5,3% menos.

Todas las comunidades autónomas disminuyeron sus ventas en términos constantes. Las autonomías que presentaron los mayores descensos fueron Baleares (-12,3%), Murcia (-12,0%), Comunidad Valenciana (-12%) y Madrid (-11,3%), mientras que las regiones donde menos se notó el retroceso del consumo fueron Ceuta (-1,8%), Galicia y Castilla y León (-1,2% en ambas).

LAS MISMAS COMPRAS En los tres primeros meses del año, uno de los sectores con más peso en el consumo, el del textil, también registró caída de la facturación, del 7%, según datos de la consultora TNS. Sin embargo, los consumidores compraron el mismo número de prendas de enero a marzo del 2009 respecto al mismo periodo del 2008, aunque lo hicieron a un precio medio un 6% más económico. Los descuentos no solo correspondieron a las rebajas, sino que se extendieron también a marzo.

Pese a la agresiva campaña de descuentos de las rebajas, las ventas solo aumentaron en volumen un 1%. El precio medio pagado por prenda rozó los 15 euros, alcanzándose una facturación de 3.313 millones. De este gasto, el 71% fue para productos rebajados, frente al 29% que supusieron los no rebajados.

Por otra parte, el empleo en el sector del comercio minorista, tanto asalariado como no asalariado, disminuyó en abril el 4,5%, el mayor descenso desde el 2005. Todos los tipos de distribución recortaron puestos de trabajo, en especial las pequeñas cadenas (-7,6%) y las grandes superficies (-8,1%). Por su parte, el empleo en las estaciones de servicio registró una caída del 3,8%.