Las inminentes transferencias bancarias ultrarrápidas -en un máximo de 10 segundos- no serán gratuitas para todos los clientes, como había dado a entender el sector financiero en un primero momento. Las entidades fijarán un precio por este nuevo servicio, si bien a algunos clientes se les bonificará el pago en función de su vinculación con el banco, como ya sucede con las transferencias tradicionales.

«El precio que apliquen los bancos por el nuevo servicio dependerá de cada entidad. Es la política comercial de cada banco, bajo un esquema de elevada competencia en el sector, la que llevará a establecer el precio del nuevo servicio», explicó José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la patronal bancaria AEB.

A partir del próximo martes, el servicio estará disponible entre bancos españoles y a entidades de otros países europeos por un máximo de 15.000 euros. No todos los bancos, eso sí, permitirán hacerlo desde el primer momento. A modo de prueba, Caixabank fue ayer la primera en hacer una transferencia en cinco segundos a una cuenta del Erste Bank, entidad en la que participa. Al principio, los envíos solo estarán disponibles en los bancos que se hayan preparado tecnológicamente para ello.