La Comisión Nacional de Competencia (CNC) anunció ayer la apertura de un expediente sancionador a varias empresas del grupo Iberdrola por transferirse clientes sin recabar su consentimiento expreso, como exige la ley. Es una práctica que constituye una posible conducta contraria a la competencia.

En un comunicado, el organismo anunció ayer esta decisión, a raíz de una denuncia de Gas Natural. Según Competencia, Iberdrola habría pasado clientes de electricidad desde su comercializadora de último recurso, donde se acogen los clientes con tarifas reguladas, a la de mercado libre.

Estos cambios, añade la CNC, se hicieron sin recabar el consentimiento expreso del consumidor. Las empresas que incurrieron supuestamente en las conductas "de falseamiento de la libre competencia por actos desleales" son Iberdrola Comercialización de Ultimo Recurso, que aglutina a los clientes que están acogidos a precios regulados, Iberdrola Generación y la matriz Iberdrola.

Desde junio del 2009, los consumidores pueden acudir al mercado libre y elegir suministrador de electricidad. No obstante, los que tienen una potencia contratada por debajo de 10 kilovatios (kw), la más común, pueden acogerse a la tarifa de último recurso (TUR), la única fijada por el Gobierno.

Para adaptarse a estos cambios, las empresas tuvieron que separar la gestión de los negocios de distribución y comercialización. Fuentes de Iberdrola explicaron que, con el conocimiento de la Comisión Nacional de Energía (CNE), comunicaron a sus clientes que no tenían derecho a la TUR y que eran suministrados "transitoriamente" por su comercializadora de último recurso, y que, en caso de no recibir orden en contra, pasarían a la comercializadora ordinaria del grupo.

Por eso, todos aquellos clientes que en el periodo transitorio vieron incrementar su factura progresivamente hasta un 20% --como fijaba la ley--, al final de ese periodo pasaron a ser directamente clientes de la comercializadora ordinaria del grupo.

Iberdrola argumenta que procedió así solamente en los casos en los que los clientes no habían dado orden en contra y con el fin de que no se quedaran sin suministro eléctrico.