La competencia china también afecta a los productores de lápices. La dirección de Flamagas, que pertenece al grupo empresarial Puig --al frente del cual está Mariano Puig-- , ha llegado a un acuerdo con el comité para dejar de producir los tradicionales lápices Alpino en la planta de Sant Just Desvern (Barcelona). La empresa justificó la decisión, en la negociación con los sindicatos, en que la planta es inviable debido a que los precios de los lápices fabricados en China son imbatibles.

El cierre de la fábrica, que ya se ha iniciado, ha afectado a unos 40 empleados, aunque finalmente solo cerca de 20 trabajadores dejarán la empresa con una indemnización de 45 días de sueldo por año de trabajo con un máximo de 45 mensualidades, según indicaron fuentes sindicales. Algo más de la mitad de la plantilla afectada ha sido recolocada en la fábrica que tiene el grupo en Llinars del Vallés (Barcelona), a la que se ha trasladado la producción de lápices cosméticos y ceras Dacs, y en las oficinas centrales en la ciudad de Barcelona.

Los sindicatos temen que la compañía traslade la producción de lápices de la histórica marca Alpino a China, siguiendo el camino de los grandes fabricantes mundiales. Algunos estudios indican que China cuenta con unas 200 plantas que fabrican la mitad de todos los lápices del mundo con un ritmo de incremento en constante ascenso.

En 1990, China producía el 22% de los lápices, y en 1995, el 37%. En el resto de países solo queda un centenar de fábricas de lápices que resisten la competencia china con productos de mayor valor añadido.

TRASLADO Un portavoz de la dirección de Flamagas indicó que "no se trata de un cierre, sino de un traslado de producción", aunque se negó a dar más detalles. La medida se ha producido de forma casi simultánea al cierre de otra fábrica de perfumería del grupo --la antigua Myrurgia--, que afectará a unos 300 trabajadores. Unos 70 han abandonado ya la fábrica, situada también en Sant Just.