El consejo de administración de Onda Cero aseguró ayer que la obligación impuesta por un laudo arbitral de pagar 185 millones de euros (30.781 millones de pesetas) al empresario Blas Herrero deja a la cadena de emisoras al borde de la quiebra. El consejo deja en manos de Antena 3 TV, propietaria de Onda Cero, la decisión de acudir a la disolución de la empresa o realizar una ampliación de capital para afrontar el pago de la deuda. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió ayer la cotización de Antena 3 TV cuando perdía un 5,36%.

Los árbitros condenaron el pasado lunes a Onda Cero a abonar la millonaria cifra, que supera su valor patrimonial, por incumplir el contrato de cesión de 70 emisoras de radiofórmula Kiss FM, de Radio Blanca, perteneciente a Herrero. El contrato se firmó en julio del 2001, cuando Onda Cero era de Telefónica. Las diferencias surgieron antes de que la operadora vendiese la cadena a la Antena 3 surgida tras con la venta del 25,1% de Telefónica a Planeta.

Fuentes de Telefónica indicaron que la operadora está dispuesta a asumir su parte de responsabilidad en esa indemnización, aunque avisaron de que se limitarán a compensar a Planeta "por el 25,1%" que le vendieron de Antena 3. Así, los demás propietarios de la empresa televisiva (SCH y RTL) y el resto de accionistas tendrían que afrontar la deuda por sí solos.

Las mismas fuentes aseguraron que, cuando se vendió Antena 3 y Onda Cero a Planeta, "todo el mundo sabía que existía este litigio con Blas Herrero, y que habría que pagar". "Lo que pasa es que cuando Antena 3 salió a bolsa quiso engañar a la CNMV y a los inversores diciendo en el folleto informativo que todo estaba controlado y que el pleito se iba a ganar", lo que justificaba no hacer provisiones. Fuentes de Antena 3 negaron esta versión y puntualizaron que "los que dijeron que no había riesgos fueron los abogados de Telefónica".