El Congreso aprobó ayer las recomendaciones de la comisión del Pacto de Toledo para la reforma de las pensiones, que suponen un aval a la intención del Gobierno de retrasar la edad de jubilación a los 67 años, que se concretará en el proyecto de ley que apruebe el viernes.

Gracias a un texto pactado entre el Partido Socialista y CiU, al que se sumaron PNV y Coalición Canaria, retirarse a esa edad no será forzoso ni homogéneo, sino flexible y gradual, pero tampoco será voluntario. El PP se abstuvo en esta cuestión y no quiso comprometerse con un texto que no recoge su propuesta de mantener explícitamente la jubilación a los 65 años. Sin embargo, los populares sí votaron a favor del informe completo de la comisión que hace sugerencias para mejorar el sistema público de pensiones.

Tanto José Luis Rodríguez Zapatero como Mariano Rajoy siguieron casi todo el debate, que se zanjó con la aprobación de las 21 recomendaciones por 334 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones.

Los grupos de izquierda como ERC, IU-IC y BNG votaron en contra tanto del texto pactado entre socialistas y nacionalistas como del informe, por entender que el presidente ha cedido a la presión de los mercados y recorta el Estado de bienestar.

FUMATA BLANCA Las negociaciones entre los portavoces del PSOE, Jesús Caldera; de CiU, Carles Campuzano; y el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez; terminaron con fumata blanca a media tarde. Desde hace más de una semana ambos grupos buscaban una fórmula para cumplir con las expectativas del Ejecutivo de fijar la jubilación a los 67, y con las de CiU de no avalar una medida si no es voluntaria y de aplicación paulatina.

Finalmente salió a la luz un texto que señala que el objetivo de retrasar la jubilación "exige un marco legal más basado en la flexibilidad y en la gradualidad y en el mantenimiento de estímulos a la prolongación de la vida laboral y en un esquema razonable de posibilidades de jubilación anticipada, en el que prime que la cuantía de la pensión dependa más del número de años cotizados, de su esperanza de vida y de su capacidad para elegir en qué momento abandona el mercado de trabajo. Cualquier modificación de la edad de jubilación deberá ser progresiva y no debería realizarse de manera homogénea y forzosa".

En todo caso, el tema no está cerrado, ya que los detalles sobre la jubilación que entrará en vigor en el 2013 se debatirán cuando el proyecto del Ejecutivo entre en la Cámara. Para Valeriano Gómez el alto grado de consenso apreciado ayer "afectará positivamente" a la mesa de diálogo social. El texto aprobado "ha avalado" el plan de Zapatero de llevar la jubilación a los 67 años.