La segunda edición de las recomendaciones del Pacto de Toledo logró ayer el apoyo de la mayoría del Congreso, aunque casi todas las fuerzas políticas emitieron 11 votos particulares para demostrar las carencias de este texto que servirá de base para las futuras reformas del sistema de pensiones. Todas estas opiniones discrepantes fueron rechazadas por el PP. Las de CiU también sufrieron la oposición del PSOE.

El debate parlamentario sólo suscitó el voto en contra del BNG y de cuatro diputados del PP que pulsaron la tecla de no por error. IU y ERC manifestaron su apoyo al texto pero se abstuvieron para dar "un toque de atención" sobre los fallos del sistema.

IU exigió que no se tome toda la vida laboral del trabajador para calcular las pensiones, sino los mejores 15 años de cotización. El Pacto de Toledo es muy ambiguo en este aspecto porque los partidos prefirieron no entrar en la polémica a las puertas de unas elecciones. IU también pedía que las pensiones más bajas se equiparen al salario mínimo interprofesional, algo que suscitó el apoyo de grupos como CiU. Según IU, el Gobierno se ha comprometido a realizar esta reforma si gana las elecciones.

CiU insistió en que las autonomías deben gestionar la recaudación de las cuotas y del pago de las prestaciones del Seguro. También defendieron las competencias autonómicas para mejorar las pensiones más bajas. Estas peticiones eran similares a las presentadas por PA y PNV.