El canon digital ganó ayer una batalla, pero al tiempo vio recrudecerse la guerra en la que se dilucida su futuro. El pleno del Congreso de los Diputados tumbó una iniciativa del Senado, apoyada por todos los grupos salvo el PSOE, que instaba al Gobierno a eliminar la tasa en el plazo de un año. A tres meses vista de las elecciones generales, la mayoría de los grupos minoritarios realizaron un ejercicio general de cintura política y votaron en contra de lo que habían aprobado en la Cámara alta.

El argumento mayoritario para el cambio de postura fue la escasa oportunidad del momento elegido para promover la supresión de la tasa. En esta línea, todos los grupos, salvo el socialista, incidieron en la necesidad de reabrir el debate sobre la supervivencia del canon en su actual configuración a partir de la próxima legislatura. José Ramón Beloki, portavoz del PNV, fue quien mejor resumió el sentir predominante: "Qué nadie entienda que hoy el tema ha quedado cerrado".

Las críticas más duras no se centraron en la existencia del canon, sino en que su recaudación (más de 20.000 millones el año pasado) vaya a engrosar las arcas de las gestoras de derechos. "Hay que dilucidar cuánto hay de abuso en unas entidades que no tienen precisamente buena fama", reclamó Francisco Rodríguez, portavoz del BNG.

GESTION PUBLICA Los ataques más directos fueron contra la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), la principal organización de gestión de derechos de entre las ocho que cobran y liquidan la tasa en España a fabricantes y comerciantes. "Es incoherente la existencia de un impuesto indiscriminado gestionado por una sociedad privada como es la SGAE", clamó Isaura Navarro, portavoz de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV), que reclamó la creación de una agencia estatal que vele por la protección de la propiedad intelectual.

Pese a estas protestas, la iniciativa para eliminar la tasa solo fue apoyada por el PP, Coalición Canaria e ICV, que votó en sentido contrario de IU, sus compañeros de grupo en el Congreso.

CAMBIO DE CHAQUETA Así las cosas, la supresión del canon encontró su mayor baluarte en la bancada popular. Su portavoz, José Ignacio Echániz, reiteró que, en caso de vencer en los comicios de marzo, el PP creará una agencia de la propiedad intelectual y eliminará la tasa.

Su contrapeso lo encontró en Diego López Garrido, portavoz del PSOE, que hizo una defensa cerrada del canon. Argumentó que la existencia de la tasa hace posible que las copias privadas sean legales.