Ya no se llama 3GSM, sino Mobile World Congress (MWC), pero sigue siendo la cita mundial de la telefonía móvil durante cuatro días y el salón que más ingresos atrae a Barcelona, con un impacto de 140 millones de euros. Y es que la feria que coorganizan la GSM Association (GSMA) --la entidad que agrupa a la mayoría de operadoras, fabricantes y proveedores de servicios de móviles del mundo-- y Feria de Barcelona tiene un público que no solo permite que las limusinas de la ciudad no den abasto y los vuelos privados desborden el aeropuerto, sino que llena los hoteles y restaurantes de mayor nivel durante los días que dura el evento, del lunes 11 al jueves 14 de febrero.

Más de 1.200 expositores llenarán los 190.000 metros cuadrados del recinto ferial. De las empresas asistentes, 70 serán españolas. La cifra total de negocio que se manejará en el MWC será de dos billones de euros.

Además de los estands, cortometrajes, debates, premios y encuentros entre pymes y operadoras completarán la oferta. Y para rematar, el Mobile Backstage, donde se debatirá sobre las perspectivas del entretenimiento a través del móvil con ponentes como Robert Redford, Isabella Rosellini y Will.i.am, cantante de Black Eyed Peas.

CAPITAL DEL MUNDO "Es la joya de la corona de nuestros salones por la calidad de los asistentes, porque un tercio de los que acuden son directivos de primer nivel, y porque durante unos días nos permite ser la capital tecnológica del mundo", explicó ayer Agustí Cordón, director general de Feria de Barcelona, en la presentación del salón. Por eso el objetivo es que haya feria para rato y que el MWC se quede en la ciudad cuando concluya el actual contrato, el próximo año. Una perspectiva que ni el precio de los hoteles --los de lujo han aumentado sus precios un 5% y los de tres y cuatro estrellas han subido entre un 8% y un 9%-- parece enturbiar este año.