España consume mucha energía y de forma ineficiente. Estas conclusiones se recogen en el Informe de sostenibilidad en España en el 2006 , según el cual, el consumo de la energía se ha más que duplicado en tres décadas (multiplicándose por hasta 2,5 entre 1973 y el 2005).

El estudio, que elabora el Observatorio de la Sostenibilidad en España --proyecto del que participan el Ministerio de Medio Ambiente, la Fundación Biodiversidad y la Fundación General de la Universidad de Alcalá-- fue presentado ayer bajo la presidencia de la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona.

El análisis revela la fuerte dependencia energética de España, situada ya en el 85,1%, según los datos de la oficina de estadística de la Unión Europea (UE), Eurostat, y la elevada intensidad del uso de recursos energéticos en los procesos productivos. También destaca el elevado empleo energético en los sectores difusos, especialmente el transporte, según Luis Jiménez Herrero, director del Observatorio.

En el periodo de 1990 al 2000, se incrementó en un 38% el consumo de energía primaria y un 45% el parque de automóviles, mientras que la población se mantuvo casi estable. El equipamiento de los hogares aumentó "de forma espectacular".