El Gobierno de Pedro Sánchez derogará el contrato de apoyo a emprendedores. Así lo anunció ayer la nueva secretaria de Estado de Trabajo, Yolanda Valdeolivas, que consideró que esta figura contractual «introduce precariedad» y no ha servido para incentivar la contratación indefinida.

En su primera rueda de prensa de valoración de los datos del paro registrado, Valdeolivas afirmó que este contrato «no es adecuado ni razonable» y adelantó que el Gobierno tenía en su agenda acometer su revisión. De hecho, el Ejecutivo ya está trabajando en otras modalidades contractuales más adecuadas.

El contrato de apoyo a emprendedores fue impulsado con la reforma laboral del 2012, fue el contrato estrella de la anterior ministra de Empleo Fátima Báñez y desde su creación hace seis años se han firmado alrededor de 958.000 contratos de este tipo. Desde entonces, ha sido muy criticado por los sindicatos, que han considerado que se ha utilizado de manera fraudulenta.

Este contrato indefinido, dirigido especialmente a jóvenes y mayores de 45 años, incluye un periodo de prueba de un año durante el cual la empresa puede despedir al trabajador sin motivo alguno ni indemnización. Además, contempla bonificaciones para el empleador (de empresas de menos de 50 trabajadores) durante tres años. Aunque la modalidad contractual cuenta con «muy favorables condiciones de contratación e incentivos económicos atractivos», indicó Valdeolivas, «ni ha dado los frutos deseados ni ha conseguido frenar la temporalidad».

La secretaria de Estado de Trabajo también adelantó que el Gobierno revisará los contratos de formación y aprendizaje, ya que se han registrado un número «muy poco significativo» de este tipo de modelos. Concretamente, el pasado mes de junio se firmaron 4.872 contratos de este modelo. «Entendemos que no está funcionando como mecanismo de fomento del empleo», aseguró Valdeolivas.