El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, cifró ayer entre el 16% y el 20% del PIB el volumen de la economía sumergida en España y admitió que el empleo irregular aumenta en tiempos de crisis. En contra de la tradicional respuesta oficial de que es imposible calcular lo que está oculto, el ministro de Trabajo se atrevió ayer a dar una cifra sobre el tamaño de la economía oculta en España. El cálculo de Corbacho está en línea con el de reconocidos expertos europeos y equivale a admitir que hasta la quinta parte de la economía española está en negro y escapa al control de la Administración.

La crisis y la amenaza del paro han acentuado "sin duda" el incremento de la economía irregular, ya que al trabajador "por su necesidad, no le importan tanto las condiciones en las que se le ofrece un trabajo", admitió ayer Corbacho durante la presentación del balance de la Inspección de Trabajo en el 2009. El ministro advirtió de que "la Administración estará muy presente ante cualquier irregularidad", si bien precisó que el objetivo no es tanto perseguir al trabajador ilegal, "sino al que se aprovecha".

ACTUACIONES En el 2009, las actuaciones de la Inspección de Trabajo contra la economía sumergida se incrementaron el 30%, según Corbacho, y absorbieron el 40% del total de sus acciones. Como consecuencia, se detectaron 29.357 infracciones por falta de alta de trabajadores en la Seguridad Social (el 12,48% más que el año anterior) y se ingresaron 960,75 millones en concepto de multas.

Del total de infracciones detectadas, 7.122 correspondieron a personas empleadas sin tener permiso de trabajo en España; otras 8.148 personas cobraban al mismo tiempo la prestación por desempleo y 682 estuvieron vinculadas a otras prestaciones, como la de jubilación. La mayor parte de actuaciones se concentró en hostelería (22%), comercio (20%), construcción (19%) y servicios (17%). Agricultura, transporte y hogar absorbieron el resto.

ESPAÑA, ITALIA Y GRECIA La estimación sobre el tamaño de la economía sumergida que ayer hizo Corbacho está en línea con la de algunos reconocidos expertos internacionales. El profesor Friedrich Schneider, de la universidad austriaca de Linz, estima un ligero aumento de la economía oculta durante el 2009 en todos los países de la OCDE. Para España, esta cifra ha pasado del 18,7% del PIB el 2008, al 19,5% en el 2009. La media de la OCDE ha pasado del 13,3% al 13,8%.

España ocupa el tercer peor lugar en este listado, solo superada por Italia (22%) y Grecia (25%). Es difícil traducir estas cifras a empleo. Solo hay pistas. En España, por ejemplo, la diferencia de en torno a un millón de personas que existe entre el dato de ocupados que arroja la Encuesta de Población Activa (18,87 millones de personas) y los datos de afiliación a la Seguridad Social (17,8 millones, a finales de septiembre) da una idea del gran volumen de empleo sumergido.

Además, la economía sumergida daña la competencia entre empresas y merma la recaudación de impuestos. Los ingresos por IVA, hasta noviembre, han caído cerca del 20% (en términos homogéneos, descontando los efectos de mayores devoluciones o aplazamientos). Hacienda asume que una parte de esta caída es atribuible a un aumento de la economía sumergida, aunque, según el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, el impacto de la crisis en el aumento del fraude fiscal "no está siendo significativo".