El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, cree que la CEOE "cometería un grave error" si pone en crisis el diálogo social, porque el crecimiento económico de España en los últimos años se debe, en parte, a la ausencia de conflictividad social.

Corbacho señala que, ante la posibilidad de que se rompa el diálogo por falta de acuerdo, el Ejecutivo seguirá gobernando "como ya lo está haciendo" y tomará las medidas oportunas, lo que no significa "que sean las que la patronal está poniendo sobre la mesa". Antes de las elecciones de la CEOE, el día 2, el proceso de diálogo social se estancó porque la patronal planteó reformas estructurales "de calado" que no se contemplaban en este tripartito (Gobierno, patronal y sindicatos).

Tras las elecciones, una vez reelegido presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán ha expresado su voluntad de reunirse con el ministro de Trabajo y con los sindicatos después de Semana Santa para reiniciar las negociaciones.

En este sentido se pronuncio el miércoles la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, quien, tras asumir la cartera de Economía y Hacienda, se comprometió a dar un impulso al diálogo social y anunció su intención de reunirse con los integrantes de la mesa de Empleo.

Corbacho dijo que tiene el "pleno convencimiento" de que los sindicatos y la patronal de las pymes están a favor del diálogo. El ministro está de acuerdo con que los empresarios planteen lo que crean conveniente, pero siempre que no sean "programas de máximos", como ha hecho la CEOE, porque considera que si no se limitan los asuntos que deben tratarse será difícil alcanzar acuerdos.