Los parados que no acepten ofertas de empleo no deberían seguir cobrando la prestación, en opinión del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. En una entrevista emitida ayer por la televisión autonómica catalana TV-3, afirmó que los servicios públicos deberían trabajar más directamente con los parados, ofreciéndoles itinerarios de ocupación y formación; pero añadió que, si al desempleado "no le interesa nada de lo que le ofrece la Administración, no puede continuar percibiendo la prestación".

Corbacho consideró que es necesaria una reforma en este sentido para rebajar la elevada tasa de paro, aunque opinó que no es el mejor momento para hacerla, debido a la situación económica. El ministro pronosticó un camino lento, de tres a cinco años, para volver a las cifras de empleo de antes de la crisis. También criticó el tacticismo de los partidos y defendió la reforma laboral aprobada el jueves como una de las vías de recuperación económica, ya que lleva a la empresa aquello que "la economía y los empresarios necesitan".

La reforma laboral ha sido objeto de numerosas críticas, especialmente por parte de PP, IU-ICV y ERC, que votaron en contra, y CCOO y UGT. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, volvió a arremeter contra la ley porque "abrirá excesivamente la posibilidad del despido", al establecer que una empresa pueda recortar la plantilla si prevé pérdidas.

El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, dijo que la reforma "profundiza en la línea de recortes de derechos" del trabajador y no combate la temporalidad.